Sonríes.
Y tu sonrisa es agua
que refresca el milenario
desierto que me encarna.
Miras.
Y tu mirada corre el velo
oscuro de la noche eterna
y amanece.
Callas.
Y en el silencio tenue
del instante,
en la distancia gris
que nos separa
a penas sin moverte
te me acercas.
Y tu sonrisa es agua
que refresca el milenario
desierto que me encarna.
Miras.
Y tu mirada corre el velo
oscuro de la noche eterna
y amanece.
Callas.
Y en el silencio tenue
del instante,
en la distancia gris
que nos separa
a penas sin moverte
te me acercas.
© Texto y foto
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