lunes, 12 de septiembre de 2011

CRISIS ECONÓMICA, Breve análisis de su origen.

     

     Nos encontramos inmersos en una Crisis económica de enormes proporciones, muy similar a la del 29 y, de la que acabamos de ver sólo la parte del iceberg que emerge sobre las aguas. Hasta hace un par de años, la economía mundial parecía que iba viento en popa; la Bolsa crecía y los dividendos de bancos y empresas parecían multiplicarse como por arte de magia, haciendo palidecer al mismísimo Rey Midas.

     Poco importaba que los salarios subieran un 3% mientras que la vivienda no era ya un bien básico, sino un artículo de inversión que nunca depreciaba su valor y su precio subía cada trimestre hasta alcanzar límites insostenibles. Cegados por el fulgor del oro fácil olvidamos que el fin último de una burbuja es estallar. Ahora la crisis nos arrolla como un alud de nieve, llevándose por delante empresas y trabajos, ilusiones y esperanzas.

      Quiénes son los culpables de esta situación? Por qué llegamos a ello en medio de un oasis de bienestar? Realmente ha sido provocada por la voracidad de las entidades financieras que concedían hipotecas a gente que no podía hacer frente a sus pagos?

      Sinceramente creo que no. Pienso que la crisis es el fruto de políticas conservadoras pasadas y el resultado de que el abismo que separaba las rentas del trabajo y las del capital se ha hecho, en los últimos 20 años, más y más grande y que los beneficios del capital se invirtieron en fondos volátiles de alto riesgo.

      Para llegar a los orígenes de la actual crisis deberíamos remontarnos a la época de las políticas neoliberales iniciadas por el Presidente de Estados Unidos Ronald Reagan y por la Primera ministro de Reino Unido, Margaret Thatcher, que favorecieron los intereses del capital sobre los de la masa trabajadora, con políticas regresivas fiscalmente, que bajaron los impuestos a las clases más pudientes, los aumentaron a las clases medias y obreras, facilitaron el despido libre, disminuyendo sus costes y descendieron las coberturas sociales y laborales a niveles nunca antes vistos en Europa y Estados Unidos, acentuando las diferencias salariales en los países en que estas políticas neoliberales se aplicaron. Con estas políticas las clases altas ganaron más dinero y más fácilmente que nunca y esa abundancia de capital, aparentemente sin fin, hicieron que invirtieran no en negocios que generaban más empleo, sino en mercados especulativos.
Respecto a  España, con los 8 años de política neo-conservadora del gobierno Aznar, en los que los Bancos aumentaron año a año sus beneficios, mientras que en el lado de los trabajadores sólo aumentó el número de mileuristas, y la precariedad laboral. A titulo de ejemplo, durante el periodo 1994 – 2005 las rentas del trabajo pasaron de un 72% a un 61% de la renta nacional, mientras que las rentas del capital ascendieron vertiginosamente, obteniendo la Banca año tras años, beneficios multimillonarios.

     En la Europa de los 15, este período neoliberal fue un periodo de gran crecimiento para el mundo de la empresa y de las finanzas cuyos beneficios aumentaron en  6 años (99-05) un 36% y en España un 73%, Los costes laborales, sin embargo, crecieron sólo un 18% en la UE-15 y en España sólo un 3,7%. Y qué consecuencias ha tenido este  crecimiento tan desigual?
·         Aunmento del desempleo
·         Aumento del empleo precario
·         Disminución de la capacidad adquisitiva de los  trabajadores
·         Endeudamiento de la clase media
      En los 70 a mis padres una casita adosada les supuso dos años de salario. Pensemos, por un momento en cuántos meses de salario cuesta en la actualidad, con hipotecas a 40 años. Lo que nos ha llevado a un endeudamiento hasta límites insostenibles y una disminución en el consumo. Y los enormes beneficios que en estos años obtuvo el mundo del Capital, en qué los invirtieron? en inversiones en mercados especulativos que cuando se volatilizaron, fueron  el combinado perfecto para desencadenar la mayor crisis económica conocida. En España se invirtió en el “ladrillo”,  con consecuencias desastrosas para el sistema, ya que la enorme especulación del suelo, elevó su precio, disparó la corrupción, e hizo crecer una burbuja que colapsó el crédito ya que al estallar, contaminaron el sistema bancario ya que el aval más usado en los créditos hipotecarios era la propia vivienda. Y el daño ha sido mayor porque los bancos no daban un 80% del valor hipotecario, como seguridad, sino que inflaban el valor tasado y el crédito real rozaba el 100% del valor real. Y ahora la gente ha de pagar durante años una hipoteca de una vivienda que estaba hipervalorada, teniendo un valor actual, menor que el que tenía cuando la compraron, con la perversa consecuencia que de perderla por impagos, aun deberían dinero al banco.

      Bien, este es el problema, ¿pero cuáles han sido las soluciones a ambos lados del Atlántico? En EEUU la respuesta está siendo, paradójicamente en la cuna del capitalismo,  un incremento muy importante del gasto público en inversiones y servicios (como sanidad y educación), financiando el gasto con el aumento lógico de los impuestos de los sectores más ricos de la población y permitiendo un crecimiento del déficit federal del 12% del PIB. Y un favorecimiento del crecimiento de los salarios que implementan un mayor aumento del consumo.

      En la Unión Europea, la respuesta está siendo  insuficiente y no presenta una Estrategia común y unificada, sino que cada país aporta soluciones por su cuenta. El estímulo económico es mucho menor que el aprobado por el Congreso estadounidense; el Pacto de Estabilidad continúa penalizando a aquellos estados que tienen un déficit de más del 3% del PIB, y los gobiernos conservadores siguen empeñados en que los trabajadores congelen sus salarios y en acelerar los despidos,  como estrategia de salir de la crisis. Medidas que, por otra parte son la “medicina” más inadecuada para salir de una crisis. Es, como en el S.XVI, que cualquier enfermedad se pretendía curar con “sangrías”. Si despedimos a más gente y congelamos los salarios, retrotraeremos el consumo y el desempleo disminuirá en el sector servicios, y entraríamos en una espiral de difícil salida. Difícilmente los gobiernos conservadores encontrarán soluciones a la crisis que es fruto de sus propias políticas. Por otra parte, esulta una tremenda paradoja que EE.UU. aplique, por segunda vez en su historia, medidas socialdemócratas para salir de una crisis (la primera vez fue el New Deal aplicado por Roosvelt en la Gran Crisis) y que Europa, madre del estado del bienestar aplique medidas que habrían enrojecido al mismísimo Reagan. Qué respuesta hemos de dar los libre-pensadores? Eso, hh.·., lo dejo para la reflexión personal.

© Texto y foto

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