La vida es un paréntesis
entre dos no-existencias
eternas e insondables
como las fosas profundas
de los mares del norte
donde la luz alcanza
apenas unos metros
y la noche inmensa abarca
todo en su infinito abrazo.
En este espacio - tiempo
en el que coincidimos
somos astros fugaces
que en las noches de estío
centelleamos breves
unos metros de cielo
apenas un instante
leves como el suspiro.
Y en tanto
la muerte avanza
inexorable y fría
y nos viene al encuentro
para abrirnos la puerta
de un no - existir eterno
donde ya no hay retorno
donde todo es vacío
© Texto
No hay comentarios:
Publicar un comentario