Eres como el mar
serena y plateada
y en tus ojos se reflejan
los misterios del abismo.
Paseo tus orillas
descalzo, como un niño
y tu brisa me regala
aromas de salitre.
Entonces mar de paz
silencio y noche cálida.
Pero un soplo basta
sólo un golpe de viento
y enfureces como el mar
rompiéndose en la roca.
Entonces todo furia
huracán, torbellino
y naufrago hacia tu playa
asido a tu cintura.
© Texto
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